martes, 13 de julio de 2010

Despedidas

Pocos días de la vida sabes que en verdad dejarás de ver a alguien por siempre. No es a propósito, siempre tienes los mejores deseos...nuestra condición es tan previsible y predecible. Dices que aquí no queda todo, que es tan sólo un "hasta luego"...sin embargo te lamentas porque en el fondo sabes que no es así. La verdad, es un adiós. Nada traemos y ciertamente nada nos llevaremos, estamos de paso, todo es transitivo...

Las despedidas marcan finales e inicios...las despedidas cierran ciclos e inician otros, traen paz y renuevan olvidos...las despedidas transforman, cambian, obligan a mejorar...las despedidas siempre han sido buenas. Entre más dolorosa sea la despedida, más efectiva resulta para comenzar de nuevo...si no hay dolor no hay verdadera necesidad de cambio.

Creo que muchas veces he temido a las despedidas...no me gusta cerrar ciclos, en verdad es algo tan doloroso. Es por ello que muchas de mis acciones están marcadas por incertidumbres (algo en lo que estoy trabajando).Me gusta pensar en el cambio pero me molesta el proceso de cierre para llevarlo a cabo. Por eso no uso todo un perfume de una vez...por eso guardo juguetes de mi infancia...por eso uso tanto "..." en mis escritos...por eso hago que todos los finales de cualquier historia contada o vivida sean dramáticos, para prolongar la despedida y quizás en una de esas perderme en ella.

En verdad, es una pésima actitud ésta... por ello he decidido asumir las despedidas como tales, cierres, el punto final que cierra un capítulo de la novela que relata una vida para iniciar otro. Al final de cuentas el editor de estas historias es uno, el mismo Dios que me ha traído a este mundo y con el cual algún día habré de encontrarme al partir de él.

Las despedidas son sanas, las despedidas alivian...el prolongarlas lastima, el omitirlas lacera. Las despedidas son necesarias, entre más efectivas más amargas...

En verdad le doy gracias a Dios por cada persona de la cual me he despedido, vaya o no a volver a verla...eso sólo Él lo sabrá. Todo inicio tiene su final, y que buen final tuvo este capítulo. Ya no es necesario prolongarlo, ya no es necesario anunciarlo...es momento de vivirlo.

Dios los continúe bendiciendo...a todo aquél que se haya tomado la molestia de leer esto...
por algo lo habrás leído no?