miércoles, 19 de octubre de 2011

Ese sentimiento

En algún momento uno habrá sido, o será en algún punto esa persona, creo yo, de otra manera, por qué se topará uno en la vida con semejantes individuos. Aquella que es incapaz de reconocer los atributos de los demás a menos que estos sean menores que los suyos mismos (claramente, bajo sus propios parámetros). Aquella que tácitamente compite con sus semejantes, buscando sentirse mejor a expensas del mal ajeno o el extraordinario bienestar propio (y su respectiva presunción del mismo). El punto es que los demás no sean felices, no tanto ser del todo feliz. Aquella que tan pronto intuye oportunidad de éxito o beneficio de cualquier ser humano diferente a sí mismo, se lanza sobre ella, tratando de quitarla del camino del inicialmente bienaventurado. No es ni si quiera de si la oportunidad era conveniente para él/ella. De si la oportunidad respondía adecuadamente a sus necesidades. Puede que ni si quiera tuviese que ver con lo que buscaba (por decir algo, un rico que le quita al pobre el último par de zapatos que estaba en promoción en la tienda) sin embargo la necesidad de abarcar todo genera dentro de sí algún tipo de placer.
Es esa tristísima envidia, esa inseguridad propia profunda, esa incapacidad de enfrentarse contra sí mismo, sus defectos y cualidades, reconocerlos, abrazarlos, asumirlos, liberarlos.
Es la villana de Mean Girls. Es la Cruela de vil. Es la bruja de blancanieves y todos sus varientes, tipos, etc.
Es ese nefasto egoísmo. Ese cruel hedonismo. Esa triste sonrisa que cubre vacíos enormes. Es esa insensatez.
Se traduce en el bully, en la abusiva, el desgraciado de Señorita Laura, el que pierde en Caso Cerrado, el villano de todas las sagas de James Bond. Es otro de los malestares de nuestra sociedad.
Es la niña que todo lo tiene y quiere (y seduce) al novio de la compañera más pobre de su clase. Es la soltera guapísima que le baja el marido a la señora de 50 años. Es el mocoso rico y malcriado que le quita el carrito al hijo de la empleada. Es el David que se fija en Betsavé...y eso que era David.
Todos pasaremos por esa etapa en algún punto de nuestras vidas, el punto es superarlo, ¿no?

Una discusión...

Creo que hace mucho no me ponía a pensar en lo diferentes que somos de nuestros progenitores. En algún momento los escuché hablando de mí a mis espaldas, y en verdad que fue más doloroso que escuchar cualquier chisme de cualquier persona. Siempre me dicen que no acepto sus comentarios, sin embargo siempre que hacen alguno viene con un imperativo tono de reclamo. Es casi como si quisieran discutir, mientras irónicamente dicen "la verdad yo no voy a discutir esto ahora". Inevitablemente siempre termina siendo una discusión...
Yo los amo mucho, y creo que su labor no es sencilla. Educar con malas bases es tan difícil como intentar hacer un edificio sin cimientos. Gloria a Dios que Dios llegó a nuestras vidas. De otra forma quizás mi vida sería muy distinta, quizás ya no estaría aquí.
Cualquier cosa que me ponga a discutir, a pensar, a intentar imaginar, la verdad se queda corta, con la complejidad detrás de ser un buen padre. No sólo un dador de vida, porque de esos que riegan la semilla hay muchos, y vientres en los que se encuban bebés, de igual forma. Ser en verdad alguien que le da un sentido a otra persona, más allá que hacer de ella una prolongación de su misma existencia (El camino de la vida).
La verdad, por más que quiero juzgar y enojarme con mis padres, me doy cuenta que no existen motivos. Ellos siempre le quedarán debiendo a uno, y uno como hijo claramente siempre les va a quedar debiendo (aunque digan lo contrario frente a nosotros, en sus discusiones maritales sobre nosotros así será siempre).
Es triste pero es cierto. El punto al final del día es perdonar. No por ellos, porque ellos (así como uno mismo) lastiman a sus hijos y ni se dan cuenta. Porque guardar rencor contra el que te dio la vida de ninguna manera puede ser un buen sustento para una vida estable y pacífica. No vale la pena arruinarnos la vida por tontos (o grandes) rencores.

martes, 27 de septiembre de 2011

Es chistoso

Es chistoso como siempre nos burlamos de los demás buscando ocultar en medio de la risa nuestras propias inseguridades. Como siempre andamos en busca del error ajeno, para evitar caer en el mismo públicamente, y actuar como si siempre hubiésemos sabido que estaba mal dicho o mal escrito.
Es chistoso como siempre nos burlamos de nuestros papás porque dicen algo mal, porque escriben muy lento, porque pronuncian chistoso, porque no saben de ésto o de aquello. Es chistoso que todos vamos para allá pero en este instante pretendemos que así no es. Es por eso que jamás he confiado en los instantes, son más perecederos que la lectura de la palabra instante. Son nada...aunque sumados son todo.
Es chistoso como nos burlamos de los extranjeros, criticamos su acento, sus modismos, su particular estilo, sin embargo cuando nosotros nos convertimos en ellos, esperamos el mejor trato y respeto que consideramos merecemos. Es chistoso como creemos que merecemos todo, y la verdad es que para nada.
Es chistoso que nos quejemos todo el tiempo, porque es más fácil que de hecho hacer algo al respecto. Que critiquemos a todos pero cuando nos dicen nuestras fallas sintamos que es de hecho un complot. Es chistoso que querramos todo sin esperar dar algo a cambio.
Es chistoso que nos burlemos de los principios sobre los cuales hemos sido educados, siendo "rebeldes" y desobedeciéndolos, cuando más que ir en contra de una autoridad estamos yendo en contra de nosotros mismos. Es chistoso que nos jactemos de ser tan sabios y conocedores con menos de 1 cuarto de siglo como edad en nuestras actas, y tomemos la opinión de todos aquellos escritos que llevan tanto más sobre esta tierra de lo que nosotros jamás estaremos.
Creo que es curioso como tanta gente se burla del cristianismo, de los que leen la Biblia, de los que tienen fe en cosas que no ven y que desconocen, pero saben mejor que cualquier hombre que conozca a profundidad alguna ciencia que su convicción de hecho es cierta. Sin lugar a duda. En su ser es cierta. En el universo se manifiesta. Es cierta. Es verdadera y todos lo saben pero pocos lo asumen y aceptan.
Esto todo es un gran chiste alemán, según la RAE.
Es chistoso como sabemos que tenemos que hacer las cosas sin embargo seguimos evitando hacerlas...es chistoso.

jueves, 11 de agosto de 2011

Él solo lo hizo...

Esta tarde entré a mi casa y pensé de verdad que sería una como tantas tardes en las que perdería un poco de tiempo en el computador o descansando. Tengo que reconocer que últimamente había estado especialmente irritable. Al manejar o en mi trato con mi familia, en el día a día, en el trabajo, en general. No de histérica loca, pero sí un poco más sensible de lo normal (sépase que siempre he sido alguien sensible...hey! sin comentarios al respecto! jaja) No es una irritabilidad que se perciba a primera vista, algo que un desconocido pudiese reconocer en mi discurso o actuar...es una de esas irritabilidades tácitas que como cuchillo de palo, como tijera sin filo, como (hagase la referencia familiar más pertinente), que no corta, no es continuamente penetrante y tajante, sin embargo, poco a poco desgasta aquello que tanto toca.
Creo que esta irritabilidad se estaba convirtiendo de hecho en un síntoma en mi cuerpo, generándome malestares importantes. El punto es que era una carga pesada que descansaba en mis hombros hacía un tiempo considerable y, aunque no me dejaba inútil, sí me fastidiaba considerablemente y más que nada me desgastaba.
Esto, aunado a problemas que estuve teniendo con tantas partes de mi carácter, quizás reflejados en muchos de mis escritos, hoy explotó de la manera más inesperada.
Estaba tratando de hacer unos reportes para mi trabajo, que quería mandar hoy mismo, pero a quien engaño, no lo conseguí, porque me distraje y perdí tiempo. Lo que sucede es que mi computador decidió actualizarse repentinamente, mientras yo leía algunas cosas en internet. Esto me ha podido enojar de una forma ridícula. Enloquecí por unos instantes, caí en la tan inclemente autoconmiseración repentina, empecé a juzgarme y a culparme porque todo siempre me sale mal, e hice, No una TORMENTA, en un vaso de agua, sino un santo Huracán categoría 1000.
Hace mucho no sentía tanto enojo irracional por una estupidez, y me puse a pensar en qué carambas estaba pasando para que yo reaccionara así (cosa que jamás hago...pero hoy decidí hacer). Me encontré con una serie infinita de momentos de enojo y frustración que venían y se iban repentinamente a lo largo de mis días. Nunca me había sentado a pensar en ellos, pero de pronto ahí vinieron todos juntos, aglomerados, como parvada o algo por el estilo, directo a mis pensamientos.
Mi computadora se apagó, dejó de funcionar, y siempre que hace eso, me toma un tiempo muy considerable reiniciarla. Me di por vencida y en mi ser (toda yo) supe que tenía que ir a orar. Simplemente lo supe, NO quería hacerlo, es más, el viento mismo de una corriente repentina que entró por la ventana de mi hermano casi que me arrastró a lo que mis padres han bautizado como cuarto de oración. Entré y caí de rodillas...lloré como hace mucho no lloraba. Lloré con el corazón, con la mente y con mi cuerpo. Cada uno de mis músculos lloraba. Lloré y dejé mis lágrimas en cada metro cuadrado de esa recámara. Lloré y no me pude detener durante unos 30 minutos, fácilmente.
Creo que hace mucho no me sentía tan libre. Lloré y lloré. Lloré y recordé orígenes, recordé tristezas pasadas, y las dejé junto a mis lágrimas. Lloré y lloré.
Creo que muchas veces esperamos que alguien llegue y sobrenaturalmente extirpe de nosotros nuestras peores tristezas y nuestros más grandes temores. Ese alguien tiene que ser merecedor de nuestro respeto y posiblemente reconocido por muchos como para que tenga validez. Quizás un sicólogo, un padre, un pastor, un cura, un "alguien".
Algo que empecé a admirar hace poco de los judios es su capacidad de asimilar a Dios como un ser completamente ajeno de cualquier cosa que pudiesemos ver, puesto que todo lo que vemos es creado y Él es el Creador. Nada de lo que hace lo representa exactamente, sin embargo una fracción, Su esencia, Su carácter, nos es revelado a través de toda su obra y creación.
Él trasciende por completo, supera por mucho, cualquiera de nuestras mejores palabras, mejores intensiones, geniales pensamientos, sin embargo, hoy ÉL me sanó.
No, no fue un medicamento, un psicólogo, un alguien reconocido, fue Él porque sí.
Él siempre ha querido y hasta hoy lo dejé...Él sólo me sanó...Él sólo lo hizo.

Sí, Él sólo lo hizo...


miércoles, 20 de julio de 2011

Pagando los platos rotos y viendo mis contradicciones

Quizás en las letras encuentro un receso de tantos pensamientos. Como que los universos paralelos que parecen entretejerse en mi mente, convergen en un único lugar, en un único espacio a medida que escribo.

Creo ha sido uno de los días más confrontativos (¿se puede decir así?) de mi vida. Me he estrellado contra mí misma...me he encontrado con mis contradicciones, mis contrariedades, mis errores, y algunas julyadas. Todos los días vemos cómo somos incongruentes, pero nos damos concesiones, pensando, ah, pues a la siguiente no lo hago o, ay ni que fuera a afectar que me contradije. Sin embargo somos eso que pensamos y eso que decimos. Si no hay congruencia entre ambos, entonces no hay congruencia en nuestra vida, en lo que hacemos, en cómo existimos.
Ya entendí que la gente crece y no sólo no cambia, sino que se aferra a la mala o buena, eso no importa, historia que ha vivido...convirtiéndola en dogma y en paradigma que profesa y ejemplifica uniformemente (ahí sí hay congruencia, pero no es adrede) hasta que encuentre algo lo suficientemente pesado que la haga cambiar de opinión (que la verdad no pasa mucho).
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que todos terminamos pagando los platos y vasos rotos de otras personas. Quizás uno mismo cuántas veces no habrá hecho pagar a los demás por lo que alguien dentro de uno rompió...
Independientemente de los motivos, de las razones, de la validez de estos, lo único que estamos haciendo es tejer una gran red de "payback is a b%$8#". Todos queriéndonos "cobrar" las majaderías que otros nos hicieron, lastimando a los subsecuentes eslabones en esta ridícula cadena que parece perpetuarse y crecer desmesuradamente dentro de los corazones de miles de personas cada minuto.
Empezamos a probar, qué tanto aguantan los demás y si bajo nuestros parámetros, tan estudiados y objetivos como el "agua que se tantea a los tamales", consideramos que no pasan nuestras pruebas, entonces proseguimos a buscar la manera de amedrentar su espíritu y reducir su estima de la manera que mejor nos sea posible (todos lo hemos hecho...de una u otra forma lamentablemente...). Cabe destacar que para que cualquiera si quiera pueda entrar en un periodo de prueba tiene que necesariamente tener un grado de vulnerabilidad con un valor superior a 7 en una escala de 1 a 10 (estadística obtenida de donde vienen el 90% de las estadísticas), es decir, que el que pone a prueba sepa de dónde cojea y qué le duele...para poder proseguir con la fase de amedrentarlo e ignorarlo.
No entiendo por qué pasa esto, pero así es. Te dañan y por lo tanto dañas. A veces a conciencia, otras veces ya en automático, ni si quiera te tomas la molestia de razonarlo, simplemente por inercia lo haces...llevas tanto haciéndolo...
Lo curioso es que a pesar de eso todavía existimos unos pocos que estamos dispuestos a ser probados, a vulnerabilizarnos, si es que existe la palabra, y a arriesgarnos a ser amedrentados...porque...ah...creo que jamás podré describir adecuadamente ese por qué...para otra ocasión lo dejo.

El punto es que me equivoqué de dos maneras, y por ambas lloré...por eso fui por la tarde a ver patos en ese canal cerca de mi casa, encontrándome algunas ratas y pájaros en el camino....dejando algunas lágrimas en ese destino.

Fool me once, shame on you; fool me twice...am I stupid or something?


lunes, 30 de mayo de 2011

say wha?

No sé por qué pero tengo qué escribir...
Me estoy empezando a encontrar con muchas de mis fallas en el camino, y esto que debo hacer no las requiere. Es momento de sacar las cosas y expresarlas tal y como son.
Soy una personas sumamente compleja, y no lo digo presumiendo, no lo considero un atributo, sino un defecto. Muchas veces creo ser clara con lo que digo y no lo soy. Puedo ser muy crítica en muchos de mis juicios, y dura con ellos. Soy muy radical en lo que pienso, aunque no lo exprese algunas veces, otras sí; lo cual se ve reflejado en un amplio discurso de justificación, en momentos en los que quizás no lo amerite, pero siempre creo que debe discutirse lo que otros no creen que debe serlo...lo que me ha generado algunos problemas con mis papás.
Puedo ser muy voluntariosa. Algunas veces egoísta otras veces generosa sin sentido, soy muy voluble en esto. Siempre he creído que es importante no desperdiciar algún recurso, por lo que soy ahorrativa en muchas cosas...en verdad me duele desperdiciar lo que sea. Soy algo desordenada, el tipo de persona que siempre tiene cosas en la mano. Soy sumamente responsable. Soy romántica y algo cursi...o mucho quizás.
Contrario a lo que muchos creen, muchas de las decisiones que he tomado en la vida, cosas a las que me he negado, han sido por voluntad muy propia, por convicción. No creo en Dios, estoy convencida de Él. Le creo a Él. Mi fe está en proceso de desarrollo pero si hay algo que ha sido constante en mi vida ha sido Dios, es en muchos sentidos el eje de mi vida y mis decisiones, espero llegue a ser el centro por completo.
He comprendido que las cosas que no puedo resolver hablando, sí se resuelven orando. No creo poder cambiar el mundo, sé que lo puedo hacer, y no porque sea muy increíble, de hecho siempre he sido algo insegura, sino porque el Dios en el que creo es sumamente poderoso y capaz, poderoso y grandioso en todos los sentidos posibles. Creo y de eso si estoy segura que me quiere usar para cosas grandes, como a todos...no que todos lo quieran escuchar y hacerle caso...

Creo que la peor diligencia es la que no se hace, pero me cuesta mucho trabajo hacer las diligencias. Creo en el amor en toda su extensión, sé que existe y que se manifiesta de muchas formas. Creo en la infinita bondad y la perversidad y maldad continuas. Creo que ese hueco que todos tienen en su corazón sólo se puede llenar con Dios. Creo que no valoramos lo suficiente lo que tenemos y cuando lo perdemos ya lo tomamos en cuenta.

Creo que las peores decisiones se toman en los arranques de emoción. Lo que más me molesta de mí es hacer las cosas que no me convienen a sabiendas de que así es...

Tengo grandes problemas saliendo de mi zona de comodidad, pero QUIERO de verdad salirme de ella.

Aunque parece que no me importa, sí me importa...



sábado, 21 de mayo de 2011

Sobre los 27 decapitados y las tinieblas


http://www.abc.com.py/nota/asesinan-a-27-personas-en-guatemala/

“Nuestro único delito es ser pobres y buscar mejores oportunidades de vida” (María Consuelo Rodríguez de Mendoza, 2011)

Personas cuya única intención era facilitar la vida, tanto de ellos, como las de sus familias. En verdad su único crimen fue haber nacido pobres y tener que ganar cada una de las necesidades más que básicas del ser humano a costa del sudor, literal y muy abundante, de sus frentes. Murieron jornaleros, murieron trabajando, murieron buscando algo mejor en medio de un mundo que si en algo se esforzó fue en cerrarles las puertas, hasta el último de sus días. Murieron haciendo algo que tenían que hacer, no sabían mejor, murieron y dejaron viudas, y huérfanos. Murieron y ¿quién va a hacer algo al respecto?

Murieron y siguen muriendo…están en el continuo presente del eterno morir que ahora parece rodearnos. Murieron mientras nuestra compasión y capacidad de asombro se reducen de manera exponencial. Murieron y nuestra mente está tan cauterizada que parece que lo mismo nos da. Murieron y ¿qué vamos a hacer al respecto?

Podríamos intentar apelar al pasado bestial e instintivo del cual venimos, refugiándonos en aquellos recuerdos con el fin de justificar parcialmente las acciones que ahora nos rodean. Decir que así como los bárbaros arrasaban con tantas antiguas aldeas durante los principios de nuestra civilización, la violencia y bestialidad de alguna manera siempre han estado en nuestra sangre, nada más han mutado y se manifiestan de maneras diferentes con el paso del tiempo. Sin embargo, en ninguna manera eso justifica que tras tantos siglos de supuesto avance, con tantas leyes y modos de proteger los derechos humanos (que por default nos diferencian de los animales) no sólo sigamos haciendo esta clase de salvajismos (mucho peores que los animales, porque a la verdad ellos no saben más que vivir y actuar por instinto, por su pura naturaleza, sin razón alguna como parte de sus decisiones), sino que, lo peor, las estemos permitiendo y más aún, hayamos decidido ignorarlas y convivir con ellas.

Esta última cifra, estos 27, son una advertencia, el recordatorio, un mal, nefasto síntoma, de una descomposición que lleva generándose durante muchos años. Esta descomposición, esta falta de interés, esta injusticia continua, es el reflejo de lo dañados que estamos y que nos hemos permitido estar. Las luchas contra el narcotráfico llevan generando muertes y destrucción desde mediados del siglo pasado, estamos viendo claramente las cosechas de nuestra idiosincrasia, de nuestra falta colectiva de interés por el bien ajeno; nuestro egoísta y sumamente estúpida mentalidad de buscar el bien propio y alejarnos por completo de todo interés por el de al lado.

No puedo dejar de pensar en las familias que de ahora en adelante además de no tener a su proveedor, al hombre de su casa, que tan brutal y despiadadamente fue asesinado, tendrán que lidiar con la idea de ni si quiera poderse despedir, de velarlo y enterrarlo, hacer parte de su duelo, como era correcto, como era necesario. Más aún, lidiar con el faltante, el desasosiego, generado por lo absurdo y corrupto, descompuesto (quiero decir animal, pero no, porque los animales no hacen eso) final de sus amados.

Creo que aún no dimensionamos los daños generados por la inversión de papeles tan descabellada que ocurre frente a nuestras narices. Todos los niños que cada vez más temprano tienen que empezar a tomar acciones y hacer decisiones que definen el futuro de su familia, a causa de que su padre ha sido asesinado o ha tenido que huir por amenazas…no tiene sentido. ¿Cómo van a crecer? ¿Qué va a ser de ellos? ¿Quién podrá regresarles los años que tan injustamente les están siendo robados? Que una niña haya tenido que rogar por la vida de su madre, mientras su padre hacía lo mismo, para que por lo menos uno de los 2 resultara con vida y ellos no quedaran huérfanos…¿qué nombre hay para eso? ¿Cómo lo podemos definir? Una niña que va a ayudar a sus padres a trabajar, o por lo menos a acompañarlos para no quedarse sola, esperando que sea un día de tantos, y termina abogando por la vida de su madre y viendo como la de su padre se va entre sus dedos…porque él era merecedor de una muerte a la que nunca supo en qué momento fue sentenciado, pero lo fue, y eso ya nadie lo pudo cambiar.

Ya no tienes que estar metido en algo, ya no tienes que ser parte de un grupo u otro. Ya no tienes que tener dinero, ya no tienes que tener un gran nombre. No tienes que ser “trascendental” a nivel nacional, local…vamos puede que ni tu vecino sepa tu nombre, TÚ ya puedes ser sentenciado.

Basta con que trabajes para la persona incorrecta, con que existas, ya puedes ser sentenciado. Ya no hay discriminación. Antes parecía haberla, pero poco a poco, conforme nuestra ceguera y negligencia aumentaron, nuestra fatal indiferencia, también la indiscriminación de la violencia absurda lo hizo. Podemos catalogar la violencia de hoy en día como la máxima expresión del comunismo, pues todo lo que hace es para todo el pueblo, no distingue entre ricos y pobres.

Yo no tengo palabras para describir la magnitud de lo que, como sociedad, nos estamos echando encima. Más aún, de lo relacionado que está todo lo que hemos permitido que nos gobierne, nos rija, mande sobre nuestras tierras, con estas atrocidades. Quisiera intentar explicar el daño que hemos generado y cómo ya no podremos echarlo atrás. Los padres sin hijos, los hijos sin padres, las madres viudas y las familias destrozadas que ahora parecen estar en todas partes, siendo desplazados continuos de la violencia.

Creo que jamás alguien podrá, en verdad es inefable.

Sin embargo, me rehúso a quedarme así…me rehúso a que me maten a alguien más, a que la violencia toque a otro de mis seres queridos. Me niego a que una guerra, que en principio yo creí no era mía, vuelva a arrebatarme a otra persona de los brazos, me niegue la oportunidad de volver a expresarle mi afecto a alguien allegado a mi corazón.

Yo no creo que este mundo descompuesto sea si quiera un intento perverso del perfecto plan que un día Dios hizo para todos nosotros. A mí no me importa en qué creas tú, a mí no me importa en qué piensen los demás, ya llevo demasiados años fijándome en el qué dirán, y el qué dirán jamás mantuvo vivo a ninguna persona ni resguardó la vida de sus queridos…no. El miedo nunca ha guardado a una nación de la injusticia e iniquidad dentro de sus raíces, si algo, lo ha incrementado. Espero que si no crees en un Dios que es absoluta verdad por lo menos seas capaz de reconocer la completa oscuridad que continuamente te rodea, de una u otra forma. Y si puedes reconocer la oscuridad, más fácilmente podrás ver entonces la luz. “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas NO prevalecieron en contra de ella”. Yo no voy a razonar, porque creo que la violencia e injusticia han anulado cualquier argumento válido y razonable delante de todos nuestros ojos.

El pecado existe, y su manifestación más popular actualmente es la violencia. El pecado es todo lo que va en contra de la voluntad de Dios. El pecado a Dios en sí no le puede hacer nada, sin embargo lleva destruyendo lo que le hizo desde el principio de nuestros días. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios” “Y dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, y el hombre fue hecho”. Todo ha sido creado y constituido por la palabra de Dios. Con ella Dios nos hizo, sin ella nos morimos. En la palabra hay una explicación clara de lo que nos separa de Dios y es precisamente el pecado. Así como existe Dios existe Satanás. “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”. Así como Dios es amor, Satanás es el padre de la mentira que ha venido a “robar, matar y destruir”. Esa es toda su meta. No estoy abriendo un foro de discusión, estoy expresando lo que es. Su mejor engaño, siendo el padre de la mentira, es que él no existe. Adorar a Satanás no es siempre adorarlo a él, de hecho las raíces del satanismo, una moda más impregnada dentro de nuestra cultura de lo que creemos, están en hacer tu propia voluntad ("Do what thou wilt shall be the whole of the Law"). ¿Por qué hacer tú propia voluntad? No estamos en una lucha entre lo que el hombre quiere y pude hacer, lo que Dios quiere y puede hacer y lo que Satanás quiere y puede hacer. Dios es el alfa y la omega, el principio y el fin. Satanás existe desde antes de nuestra creación. El hombre, en contra de todo orgullo y vanidad que puedas tener amigo lector, lo cierto es que es nada en medio de esta batalla. Es nada en el sentido de que en sí mismo no tiene parte verdadera, porque al lado de ambas fuerzas es mínimo. O es influenciado por una fuerza o es influenciado por otra, no hay más. Tu voluntad o la rige Dios o la rige el diablo…eso es. Al promover que las personas hagan SU voluntad, exalten los deseos de SU persona, se dediquen a la autosatisfacción y autorealización, lo cierto es que están haciendo lo que Satanás quiere. Mientras TÚ voluntad no esté en Dios, está en Satanás, no hay más. Por eso el Satanismo no habla de adorar a Satanás, sino de adorar la propia voluntad de las personas. Satanás es el príncipe de este mundo, la autoridad original de este lugar recae sobre él, pues el hombre, a través del pecado original se la cedió por completo. Dios había puesto al hombre en la tierra para que la gobernara, cuando el hombre le transfirió ese poder a Satanás, de nuevo, porque lo obedeció a él y NO a Dios, Satanás adquirió todo ese poder.

Estoy segura de un Dios perfecto, un Dios cuyo amor y misericordia se renuevan todos los días, conocedor de cada uno de nuestros tiempos, hacedor de todas las cosas. Un caballero que es completamente fiel a Su palabra, por lo que jamás se meterá con TÚ voluntad. Podrás hacer de todo en esta vida, hasta pretender y decir que no existe, burlarte de quienes creen en Él y negarte a lo que para mí es más que evidente, Su existencia. Sin embargo, no puedes obviar la cantidad de barbaries, brutalidades y oscuridad general que nos rodean. Creo que las tinieblas en verdad no son más que la ausencia de luz.

1:5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.” (1 Jn. 1:5)

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Jn 1:1-5)

La vida era la Luz de los hombres, y creo al día de hoy lo sigue siendo. La luz en las tinieblas en verdad resplandece, de hecho necesitamos oscuridad para que la luz en verdad resplandezca. Creo que la luz siempre será superior a las tinieblas y que este presente absurdo puede ser destituido y sustituido por un futuro claro y justo, siempre que entendamos nuestro papel dentro de todo este conflicto. Entendamos que la luz de Dios se verá reflejada en los momentos de oscuridad en el hombre.

Yo ya no quiero razonar, porque la violencia y la guerra no lo hacen. Yo me cansé y entendí que en verdad el hombre sólo es grande cuando se humilla y está de rodillas. Yo necesito de Dios, necesito que Jesús, el Verbo de vida, la luz misma actúe en mí. Necesito que el Espíritu Santo deje de ser parte de un rezo y se convierta en el nexo entre mi vida y lo claro, lo que tiene luz, el exacto opuesto de las tinieblas.

Genuinamente y de todo corazón te invito a que hagas lo mismo. He oído que nos invitan a meditar y pensar todos los días a las 12 sobre nuestros mejores deseos para nuestra nación. Yo te invito a que ores por tu país, a que en verdad intentes acercarte a Dios, al Dios que te describo, no al que tú quizás has mal concebido a causa de la negligencia de muchos de los que creemos en Dios pero hemos sido torpes en nuestro andar, o al Dios de castigos y penalizaciones perpetuas que tantas veces nos han presentado. No veas a los hombres, no los busques, búscalo a Él. Él es la luz, en Él está la luz, y la luz es lo que necesitamos como nación…no más sangre, no más injusticia, no más oscuridad. Y sólo Dios en verdad lo puede hacer, ya está comprobado que los hombres siempre fallaremos en nuestro intento, por eso ya hemos perdido toda la fe en nuestros gobernantes: estamos esperando que rijan nuestra nación como sólo Dios a través de ellos podría bien hacerlo.

Romanos 10: 8b-10 “Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”

No te digo que te comprometas con una iglesia, un movimiento, que te tatúes un nombre en el pecho o que tras hacer esto me mandes todo tu dinero, de ninguna forma…Dios no tiene precio y lo que Él tiene para la humanidad ha sido todo dado por gracia.

Busca a Dios, acércate a Él, llénate de lo que dice la Biblia, que finalmente es SU palabra. La misma fe ciega que has tenido en tantos seres humanos, empléala en ÉL, dale una oportunidad, es todo lo que necesita. En 3 oraciones reconoce que ha habido oscuridad en tu vida, porque no puedes abogar por luz sumergido dentro de oscuridad. Solicita el favor de Dios en ella, confiesa con tu boca que Jesús es el Señor y cree en tú corazón que Dios le levantó de los muertos, como dicen los pasajes antes mencionados.

Yo creo que Dios puede vencer toda oscuridad y toda injusticia que hay en tú vida. Yo creo que para Él nada puede ser posiblemente difícil. En verdad firmo que el que haga esto creyéndolo y con convicción necesariamente va a traer luz a su vida y a su nación, y eso es lo que todos necesitamos.

lunes, 4 de abril de 2011

Perdón

Creo que hay cosas que no sé decir, y la verdad sólo Dios sabe si en algún momento sabré. Tengo que reconocer que hay muchas cosas que hago para las cuales en verdad no hay justificación. Mi mejor argumento es mi crianza, y en verdad no lo creo válido, en primer lugar porque sería sumamente injusto achacarle mis fallas a mis papás, en segundo porque todos hemos sido criados, entonces no hay forma de que esa excusa me excluya sólo a mí de la responsabilidad de mis daños. Quizás sea tarde, quizás sea temprano, pero de cualquier manera, creo que es necesario y justo hacerlo ahora. La verdad, hay muchas cosas que hice mal y que ni si quiera sé como enmendar. Debo reconocer que he sido en verdad prejuiciosa, y juiciosa en el sentido literal de la palabra, el hablar mal de los demás a veces resulta tan sencillo, y uno no sabe la magnitud de sus palabras. Perdón por las veces que hablé mal de ti. Perdón por las veces que por mi falta de cuidado dije basura que te lastimó. Perdón por las veces que te hice sentir mal con algún tipo de indiferencia, a propósito o no. Perdón porque no te ayudé lo suficiente cuando necesitabas de mí, cuando te ignoré por algún parámetro ridículo de mi fantasiosa cabeza. Perdón por las veces que te contesté mal o fui majadera sin justificación, o con ella, delante de Dios no hay justificación…ni delante de la humanidad en general si nos vamos a esas.
Perdón por las veces que me burlé y te lastimé…recuerda que probablemente fue un método pirata de protegerme a mí misma de tanta cosa, pero pues no es justificación, por eso perdón. Perdón por las veces que te hice sentir menos, probablemente yo me sentía así y tenía que desquitarlo con alguien. Perdón por todo lo que he hecho, consciente o inconscientemente que te ha lastimado. Perdón porque a veces los silencios lastiman más que muchas palabras…
Perdón por complicarte la vida, por a veces no ser parte de tú solución sino de tú problema. Perdón por las veces que te mentí de tantas maneras. Perdón por las veces que ignoré que en verdad afectaba lo que te hacía. Perdón…perdón.
No es lo siento, no es discúlpame, es un honesto perdón. Perdón por todo lo que me faltó decirte…perdón.
Si hoy fuera a darle cuentas a Dios, quisiera que mínimo en mí no hubiera estado el pedirte perdón…y lo hago así porque mi memoria a veces me hace malas jugadas, pero sé que el dolor tiene muy buena memoria…y las ofensas una mejor, así que perdón.
No creo ser mejor ni peor que nadie, o bueno, para no hablar basura, quizás en algunas cosas me he creído peor y mejor que alguien…pero al final del día soy muy consciente de que en verdad no lo soy, si algo, que tampoco está bien, me he creído más bien no tan mejor…si me entiendes.
Si este perdón no te corresponde, ignóralo…si sí, pues qué bueno que lo lees! Es para ti! En verdad que sí!
Sé que Dios está haciendo cosas, y a veces esas no sólo me lastiman a mí, sino que a todos a los que me rodean. Si quieres hablar o algo, en verdad sabes dónde encontrarme…siempre hay tiempo para un buen café o algo así.