martes, 13 de julio de 2010

Continuación de una oración para Ti

...Sin embargo ahora he comprendido que hay algo más, algo superior al primer amor...
Cuando las personas se enamoran por primera vez encuentran todo tan absolutamente fascinante el uno del otro. En verdad los defectos son tan brutalmente reducidos y las virtudes tan exageradamente exaltadas que "estupidez" y "enamoramiento" muchas veces han sido tomadas como sinónimos, y en verdad no resulta ser esto una semejanza falaz. Cuando las personas se enamoran por primera vez todo es perfecto, aunque el bendito mundo se esté desmoronando. Todos los esquemas personalizados de lo que es o debe ser la persona amada, la correcta, la princesa o el príncipe azul, son reajustados para que el nuevo amor quepa a la perfección en ellos. El tiempo de espera entre un beso y otro parece eterno, los pensamientos parecen todos tornar alrededor de lo que desea o no esa otra persona. Si nos gusta el cielo azul, hasta la más negra tormenta es azul. Si nos gustan las lluvias, el viento huracanado de la locura nos azota hasta en el más resplandeciente día de primavera. Todo el universo parece girar entorno a este amor. Las parejas se excluyen temporalmente de todos los grupos sociales a los que pertenecen. Así fue mi primer amor contigo...me enajené, me perdí.

A diferencia de todos los seres humanos, Tú no fallas. Eres eternamente detallista, sabes exactamente qué decir y en qué momento. Recogiste mis lágrimas y las convertiste en gozo, cambiaste en verdad mis lamentos en baile. Todo a mi alrededor era correcto, en verdad allanabas mis caminos...veía tu favor en absolutamente todo lo que hacía, sentía, oía. Te entendí en los cantos de las aves, en el mover del viento, te vi en los abrazos de mi hermano...te sentí en las caricias de mis padres, en las palabras sabias de mi madre, en la ternura de mi padre.

Pero Dios mi naturaleza es tan inconforme. Me acostumbre muy desagradecidamente a Ti. Me sentí única, me sentí tan bien contigo que me alejé de Ti por un instante, instante eterno. No tiene sentido, pero honestamente ¿qué tanto de lo que decimos y hacemos lo tiene?

Gracias a ese momento logré entender lo poco que sabía de mí y lo mucho que necesitaba eternamente de Ti. Vaya Dios, no creo que nunca en verdad haya yo tenido una mala vida, creo que en verdad has sido TAN infinitamente misericordioso conmigo y con los míos. Sin embargo, una vez que uno entiende lo bien que es estar contigo, el estar sin ti no tiene algún sentido.

Así como los novios se enamoran por primera vez, y se excluyen del mundo, creyéndose únicos, así hice yo contigo. Por ello me mal envanecí...por ello me alejé de Ti...qué tontería.

En verdad parece que uno se cansara de vivir bien...cuando no sabe cómo hacerlo.

Sin embargo, este segundo amor es totalmente diferente y por ello mucho mejor. Me reenamoraste porque me permitiste entender que no es sólo lo que haces conmigo, sino lo que haces con infinidad de personas al mismo tiempo. Tu meta es darnos a TODOS un sentido, darnos un propósito, darnos una obra mayor con la cual siempre estaremos buscando mejorar, quieres hacer feliz a infinidad de personas al mismo tiempo, a través de ellas mismas, con Tus palabras en sus labios, con Tus abrazos en sus brazos.

Cuando las personas superan al primer amor y consiguen cimentar una relación ya no en la mera ilusión sino en la pasión que nace tras la convivencia, tras ver y aceptar tantos defectos mutuamente, la confianza y todos aquellos detalles que sólo pueden darse y recibirse tras un profundo conocimiento el uno del otro, los cuales superan todo sentimiento y toda pérdida de razón ocasionada por el primero, entonces en verdad han encontrado un gran amor.

Ya no estoy hablando de un amor egoísta e individualista, sino un amor que se refleja en todos y cada uno de los que nos rodean. En medio de tantos desastres de todo tipo, en todas partes, la bondad no cesa, la generosidad está presente, el amor no está ausente. Ya lo he entendido! por eso te amo más!! porque no es lo que haces conmigo, es lo que veo que haces con todos, en todas partes, al mismo tiempo. No es la ola individual que vaga por el mar, es el tsunami imponente que reúne a todo el oleaje del mismo. No es sólo lo que veo en mí, lo veo en todos!

(Vaya Dios, a veces leo lo que escribo y digo "creo que estoy perdiendo la cordura", y pensándolo bien, creo que en efecto la he perdido por Ti, y que ya me he en verdad desvergonzado...todo un descaro Señor!!)

He entendido...cada vez más lo hacemos. Esto es como el primer amor pero en versión mejorada. No es el amor de los 2 meses de novios, sino el de los 50 años de casados, profundamente enamorados...

Te amo

En el nombre de Jesús

Amén