martes, 13 de julio de 2010

Ceguera voluntaria

Dícese de aquél síndrome ocasionado por la necesidad de obviar hasta la más evidente necedad, estupidez o simple y llanamente maldad, con el fin de evitar todo rastro de dolor, repudio y terrible incomodidad. Por lo general la padecen personas de edad adulta quienes siendo conscientes del importunio y oprobio que constantemente los rodea, además de la impotencia que sienten en relación al mismo, optan por cerrar los ojos y a largo plazo terminan por padecer de este terrible y desesperanzador mal toda una vida. Pasado un tiempo la ceguera que tan voluntariamente fue impuesta se convierte en permanente. La concepción del bien y del mal se distorsionan. La razón cambia con la emoción, el punto de vista cesa de ser el mismo y se convierte en un nefasto camino lleno de negaciones continuas ante las más evidentes verdades.

Se estima que el 99% de la población mundial padece de este mal, de los cuales el 70% lo han llegado a desarrollarlo a tal grado que cualquier intento humano por retirarlo resulta insuficiente.
Es además un malestar social que tiene como síntomas la indiferencia, la antipatía, la falta de solidaridad, el egoísmo y la búsqueda constante de generar poder, dinero y riquezas enormes y personales (concebidas a corto, mediano o largo plazo) además de un sin fin de malestares físicos, como el estrés, la gastritis y la falta de fe (sí,la falta de fe se convierte en un malestar físico en sus peores etapas). Como consecuencias tiene la decadencia continua y constante social, económica y política a nivel mundial. Juventud indiferente, niñez descontrolada y vejez frustrada y olvidada.

Tratamiento:
Así como ante las mordeduras de serpiente se emplea el mismo veneno como cura, se pueden administrar altas dosis de realidad, por medio de los medios de comunicación masivos, del conocido "pasa la voz", en prédicas, mensajes dominicales, conferencias, etc., sin embargo debe nacer una necesidad intrínseca del individuo para tomar una decisión al respecto y en verdad ser curado.
Sólo Dios Padre, su Hijo y su Espíritu pueden hacer algo que en verdad abra los ojos y cambie las cosas por un tiempo duradero. Otras técnicas pueden resultar eficientes a corto plazo, sin embargo los mismos causantes iniciales del malestar tienden a no sólo regresar sino acrecentar la ceguera, debido a la emocionalidad de las decisiones tomadas para cambiar tan lamentable estado.

Efectos secundarios del tratamiento efectivo a largo plazo:
Paz, gozo y entendimiento de que es posible cambiar las cosas por medio de Dios de una manera sin precedentes.
Un sentido de existencia, una nueva inspiración. La comprensión completa de que las cosas están mal pero es posible hacer algo al respecto.

Advertencia: la decisión es completamente personal. Cada quien puede seguir siendo tan ciego como quiera...

Isaías 42:7 "para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas"